ADONDE ORIGINALS
Cuentos de Buenas Noches
para Niñas Rebeldes
Oprah Winfrey narrado por Ilia Calderón
Había una vez una niña afroamericana en Mississippi que llegaría a convertirse en la mujer más importante de la industria del entretenimiento en el mundo. Su nombre es Oprah Winfrey. Gracias a su empatía y a su manera única y especial de tratar a sus entrevistados, Oprah se ganó el corazón y el respeto de la audiencia Estadounidense alcanzando incontables premios y reconocimientos, y creando un emporio mediático a nivel mundial.
Oprah Winfrey narrado por Ilia Calderón
Ilia Calderón: Había una vez una niña cuya pequeña voz crecería hasta tener un gran impacto. Su nombre era Oprah.
Oprah vivía en una casa de madera en una pequeña granja en Mississippi. Cuando era una niña, su madre tuvo que irse al norte para buscar un mejor trabajo y Oprah se quedó al cuidado de sus abuelos.
A diferencia de otras familias con más dinero, en la década de 1950, los abuelos de Oprah no tenían radio ni televisión en su casa. ¡Ni siquiera había cañerías!
Cada domingo, Oprah y sus abuelos caminaban por un caminito de tierra hasta llegar a una pequeña iglesia. Aunque Oprah estaba descalza la mayor parte de la semana, los domingos usaba unos zapatos de charol brillante y un vestido hecho por su abuela, Hattie Mae.
Dentro de la iglesia, hermosas melodías inundaban el ambiente. Oprah cantaba: elevaba su voz junto a los demás feligreses, y movía sus manos al ritmo de la música.
Hattie Mae le enseñó a Oprah a leer y a escribir desde que era muy pequeña. Y a menudo leían juntas la Biblia.
Un domingo de pascuas, cuando Oprah tenía solo tres años, Hattie Mae la llevó a la iglesia y la hizo pasar al frente de toda la ceremonia… La congregación guardó silencio mientras Oprah recitaba un versículo de la Biblia con voz fuerte y clara.
La gente le prestó tanta atención que Oprah sintió que lo que tenía que decir valía la pena ser escuchado.
Soy Ilia Calderón, y esto es Cuentos de Buenas Noches para Niñas Rebeldes.
Un podcast sobre las mujeres extraordinarias que nos inspiran. Producido por Adonde Media.
En este episodio, Oprah Winfrey.
::VIVIR EN LA CIUDAD::
Ilia Calderón: Cuando Oprah tenía seis años, Vernita, su mamá, finalmente envió a alguien a recogerla para que se reuniera con ella en Wisconsin.
En Mississippi, Oprah había vivido siempre en el campo, rodeada de árboles y pájaros. Y durante la noche, lo único que escuchaba era el canto de los grillos.
Pero Milwaukee era una ciudad grande. Su mamá había alquilado una habitación en una pensión. Y cuando Oprah miraba por la ventana, sólo podía ver casas y edificios bajo el cielo nublado por el humo de las fábricas. Si intentaba acostarse a dormir, el ruido de las bocinas de los carros no la dejaban conciliar el sueño.
Oprah quería pasar más tiempo con su madre, pero Vernita se ausentaba mucho por trabajo. Además, su mamá ahora tenía otra hija bebé, Patricia, a quien Oprah ayudaba a cuidar.
Criar a dos hijas siendo madre soltera era un trabajo muy difícil. Así que cuando Oprah cumplió ocho años, Vernita la mandó a Tennessee para que viviera con su papá, Vernon, y su esposa, Zelma.
Oprah amaba la vida en Tennessee. Y como Zelma y Vernon no tenían más hijos, tenía una habitación solo para ella.
La familia tramitó el carnet de la biblioteca local y todas las semanas Oprah se llevaba una enorme torre de libros a su casa. Cada historia que leía la transportaba a un mundo lejano y sorprendente.
El siguiente verano, Oprah viajó a Wisconsin a visitar a su madre. Pero cuando llegó el otoño y su papá fue a recogerla, Vernita le dijo que Oprah no iba a regresar con él. Vernon lloró, pero Vernita era la tutora legal de Oprah. No tenía más remedio que respetar sus deseos.
::SECRETOS DE FAMILIA::
Ilia Calderón: En la escuela secundaria, mientras otros niños jugaban y conversaban en la cafetería, Oprah se quedaba sola, leyendo en un rincón.
En los últimos años de bachillerato se volvió todavía más retraída. Oprah empezó a faltar a clase, robaba dinero del bolso de su madre e incluso… ¡se escapaba de su casa!.
Nadie comprendía por qué estaba actuando de esa manera. Lo que no sabían era que Oprah no se sentía segura en su casa. Algunos de los parientes en los que se suponía que podía confiar, en realidad, la estaban lastimando.
Como Oprah temía que los otros adultos no le creyeran, lo mantuvo en secreto. Y eso la hizo sentir… MUY sola.
Cuando creció, Oprah pudo por fin hablar sobre lo que le pasó. Dijo que los niños siempre deberían contarle a un adulto de confianza si alguien les hace daño. “Si no te creen”, dijo, “debes seguir contándolo hasta que alguien te escuche”.
Cuando llegó la adolescencia, Oprah no supo qué hacer. Por eso trataba de llamar la atención.
Cansada de su comportamiento, Vernita la envió de regreso a Tennessee con su padre cuando cumplió 14 años.
Oprah estaba pasando por un mal momento con lo que le había sucedido. Tenía el corazón adolorido. Pero Vernon sabía que su hija era inteligente y testaruda, y estaba decidido a ayudarla a superarse a sí misma.
Vernon le dijo a Oprah que a partir de entonces habría nuevas reglas: Debía volver a la casa a cierta hora todas las noches. Cada semana tendría que aprender 20 palabras nuevas además de leer cinco libros cada quince días y escribir informes detallados sobre ellos.
Cuando Oprah trajo a casa bajas calificaciones de la escuela, Vernon le dijo que era inaceptable.
“¡Pero no son tan malas!”, contestó Oprah.
“Si fueras una niña que solo puede sacar bajas calificaciones, no te pediría más”, dijo Vernon. “Pero no lo eres. Así que en esta casa, son inaceptables”.
Oprah pensó que su padre estaba siendo demasiado estricto. Pero a medida que siguió las nuevas reglas, su vida comenzó a transformarse.
::PROCLAMANDO LA VERDAD AL MUNDO::
Ilia Calderón: Con su atención puesta en la escuela, Oprah se convirtió en una estudiante sobresaliente; participaba en el consejo estudiantil, se unió a un club de oratoria y compitió con éxito en esta categoría… E incluso participó en concursos de belleza.
En uno de estos concursos un juez le preguntó a las participantes qué querían hacer con sus vidas.
Oprah tenía 17 años. Cuando llegó su turno, contestó: “Quiero ser periodista de radio y televisión porque creo en la verdad. Me interesa proclamar la verdad al mundo”.
Oprah ganó el certamen. Cuando acudió a recoger su premio a una estación de radio local, uno de los empleados le permitió grabarse leyendo una noticia.
Unos días después, la estación de radio le ofreció un trabajo. A partir de entonces, todos los días después de la escuela corría para llegar a la cabina de radio y leer las noticias de la tarde a todos los oyentes de Nashville.
::PRIMEROS PASOS::
Ilia Calderón: En 1972, Oprah seguía trabajando en la estación de radio y comenzó a estudiar en la Universidad Estatal de Tennessee.
Un día, un canal de televisión local la convocó a una audición para convertirse en presentadora de noticias.
Oprah nunca había salido en televisión, pero miraba muchos noticieros. Cuando se presentó a la audición, se inspiró en una de sus periodistas favoritas, Barbara Walters.
Oprah miró directo a la cámara y leyó sus líneas con seriedad y claridad.
Le ofrecieron el trabajo y, a los 19 años, Oprah se convirtió en la primera mujer negra en ser presentadora de noticias en Nashville.
A Oprah le encantaba trabajar ante las cámaras, así que comenzó a estudiar lo que otros conductores hacían en sus noticieros, y a practicar su ritmo y su forma de hablar. Al cabo de unos años, empezó a buscar nuevas oportunidades en ciudades más grandes.
En 1976, recibió la llamada que había estado esperando: le ofrecieron un puesto como reportera y presentadora de noticias en un canal de televisión de Baltimore, en el estado de Maryland.
Oprah quería decir que “sí” de inmediato, pero para aceptar ese trabajo tenía que mudarse. Y eso significaba abandonar la universidad sin haberse graduado.
Oprah sabía que las oportunidades como esa eran raras. ¡Era un riesgo que tenía que correr! Así que empacó, se despidió de Vernon y de Zelma con un abrazo, y partió.
::BUENOS DÍAS, BALTIMORE::
Ilia Calderón: A Oprah le emocionaba estar sola en una ciudad nueva. Alquiló su primer apartamento, se compró algo de ropa y apareció en su primera transmisión en vivo luciendo un peinado afro.
Pero sus jefes la enviaron a una elegante peluquería en la ciudad de Nueva York para que alisara su cabello.
Insistían en que necesitaba un cambio de imagen. Pero el estilista dejó los productos químicos sobre el pelo de Oprah durante demasiado tiempo. Su cabello quedo tan débil… ¡que se cayó!. Oprah tuvo que cubrirse la cabeza con pañuelos durante semanas.
De todas maneras, a la cadena de televisión tampoco le gustaba la manera en que Oprah leía las noticias: Usaba una voz cálida, propia del estilo que había desarrollado en Nashville.
Si estaba cubriendo el incendio de una casa y el propietario estaba angustiado, no le parecía correcto entrevistarlo. Cuando alguien le contaba algo terrible, a veces, Oprah se conmovía tanto que lloraba en plena transmisión.
Cada día, cuando volvía a casa, se llevaba pegado el dolor de esas historias.
Sus superiores la criticaban por ser demasiado sensible: le decían que ése era un comportamiento inapropiado para una presentadora de noticias.
Hasta que un día, uno de sus jefes la convocó a una reunión.
“Creemos que eres tan talentosa que nos encantaría que tuvieras tu propio espacio en la programación de la mañana”, dijo.
Trataron de hacerlo sonar como algo positivo, pero Oprah sabía que, en realidad, no la querían más presentando las noticias.
Estaba devastada. Antes de ese momento, los éxitos en su carrera le habían resultado fáciles.
Sin embargo, algo bueno estaba por llegar, solo que no era lo que Oprah esperaba.
::LA GENTE HABLA::
Ilia Calderón: Unos meses después de que a Oprah la cambiaran de puesto, llegó un nuevo director al canal. Para ayudar a aumentar los índices de audiencia decidió crear un nuevo programa matutino de entrevistas llamado People Are Talking: La gente esta hablando.
Conocía el trabajo de Oprah y pensó que ella sería la coanfitriona perfecta.
“Si tienes éxito, puedes llegar a tener un mayor impacto en la comunidad que el que tendrías dando las noticias en televisión”, le dijo.
Oprah aceptó a regañadientes. En su nuevo puesto, ella y su coanfitrión entrevistaban a muchas personas, algunas famosas, otras no tanto. Y en este programa no importaba si Oprah lloraba o reía. Es más, eso era lo que se suponía que debía hacer.
Y a Oprah le resultaba tan natural como respirar.
::UNA GRAN OPORTUNIDAD::
Ilia Calderón: Los índices de audiencia del programa se dispararon. A Oprah le encantaban los retos, y varios años después, en 1984, surgió una nueva oportunidad…
Un antiguo compañero de trabajo le contó que el equipo de un programa matutino en Chicago estaba en dificultades: se habían quedado sin conductor y estaban buscando a alguien nuevo.
Oprah se quedó despierta toda la noche preparando su audición. Quería mostrarles su mejor versión. Y cuando el director del canal la conoció en persona, quedó tan impresionado que le ofreció el trabajo de inmediato.
Oprah se sorprendió. En la televisión no existía ningún conductor de programas de entrevistas que se viera como ella.
“Sabes que soy negra, verdad?”, le dijo. “Lo sé”, respondió él.
“Y tengo sobrepeso”. Él soltó una carcajada y dijo “Bueno, yo también, al igual que muchos estadounidenses”.
Le aseguró a Oprah que no necesitaba cambiar nada de sí misma.
Alentada por su nuevo jefe, Oprah aportó su calidez, empatía y espontaneidad al programa en Chicago, y decidió mostrar siempre su verdadera personalidad.
::EL SHOW DE OPRAH WINFREY::
Ilia Calderón: La gente que miraba el programa de Oprah, AM Chicago, conectaba con su franqueza. Ella revelaba a menudo historias personales, como su difícil infancia y los problemas que tenía con su peso. No le daba miedo mostrar sus emociones.
En cuestión de meses, Oprah tenía más espectadores en Chicago que el programa de entrevistas más popular a nivel nacional.
Cuando Oprah caminaba al trabajo por las mañanas, la gente la saludaba en la calle: “¡Hola Oprah!” Algunos le pedían autógrafos y otros querían abrazos.
En una ocasión, un autobús de la ciudad se detuvo a su lado, y el conductor bajó del vehículo solo para estrecharle la mano a Oprah. Ella pensó que los pasajeros iban a ponerse de muy mal humor por el retraso, pero le sorprendió darse cuenta de que lo estaban aplaudiendo.
Para el segundo año del programa, el canal decidió darle un nuevo nombre: El show de Oprah Winfrey. Y en 1986, Oprah firmó un contrato para transmitir su programa en canales de televisión por todo el país.
“¡Soy Oprah Winfrey, bienvenidos a mi primer show a nivel nacionaaalllll!”
Y así, Oprah apareció en las pantallas de televisión de diez millones de hogares a lo largo y ancho de Estados Unidos.
::UNA MANERA DIFERENTE::
Ilia Calderón: El nombre “Oprah” pronto se hizo muy popular. En 1986, se convirtió en la primera mujer negra en ser propietaria de una productora. Y en 1987, finalmente terminó su carrera universitaria.
A pesar de su éxito, Oprah cuestionaba la dirección que estaba tomando su programa. Quería que su trabajo aportara luminosidad al mundo, así que comenzó a implementar una regla: Su programa SOLO destacaría a las personas que hicieran del mundo un lugar mejor.
Al principio, los índices de audiencia del programa bajaron… Pero a la larga, el número de sus seguidores y la influencia que ejercía sobre la audiencia no hizo más que crecer.
Para 1998, Oprah ya había ganado siete premios Emmy como mejor conductora de programas de entrevistas y ese año recibió un Emmy más por su trayectoria. El premio se lo entregó la periodista que había sido su modelo a seguir: Barbara Walters.
::EL SIGUIENTE ACTO DE OPRAH::
Ilia Calderón: En 2003, unos años después de haber lanzado su propia revista, O Magazine, Oprah se convirtió en la primera mujer negra multimillonaria en el mundo. Y a medida que su fama y su fortuna crecían, ella usaba sus influencias y su privilegio para cuidar de los demás.
Construyó bibliotecas, creó becas y fundó escuelas. Animó a sus televidentes a enviarle las monedas que les sobraban y usó esos donativos para construir casas y apoyar a estudiantes desfavorecidos.
Aunque su popularidad no caía, Oprah finalmente decidió que era hora de pasar a otros desafíos. En los 25 años que condujo El show de Oprah Winfrey, había filmado más de 4.500 episodios y había entrevistado a unas 40 mil personas. En 2011, Oprah filmó un último y emotivo episodio del programa.
Pero eso no significó que bajara el ritmo. Centró su atención en dirigir la revista O Magazine y tomar el timón de su propio canal de televisión llamado Oprah Winfrey Network. También continúa al frente de su estudio, Harpo Productions.
A través de estos y otros proyectos, Oprah utiliza sus propias experiencias y su manera de ver el mundo para resaltar temas importantes. También busca amplificar las voces de personas cuyas historias no han sido escuchadas.
Por ejemplo, cuando Oprah se dio cuenta del gran número de amigos y familiares suyos que padecían enfermedades mentales, dedicó un número completo de su revista al tema de la salud mental.
“Muchas personas viven avergonzadas, escondiendo sus sufrimientos”, escribió Oprah. “Los únicos avergonzados deberíamos ser los que no hemos estado dispuestos a tocar estos temas abiertamente. Tenemos que empezar a hablar, y tenemos que empezar ahora”.
Los proyectos de cine y televisión de Oprah también suelen centrarse en historias escritas por y sobre mujeres y personas de color.
“Es a través de las historias de otras mujeres afroamericanas que pude entender mi propio sentido de identidad y encontrar mi propio poder”, dijo Oprah.
::CONTAR TU VERDAD::
Ilia Calderón: En 2018, el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana en Washington DC inauguró una exhibición sobre la vida y obra de Oprah.
Cuando Oprah visitó la exhibición, lo que más le conmovió fue una nota garabateada en el libro de visitas que decía: “Ver a Oprah todos los días es la razón por la que me amo tan intensamente”.
La valentía de Oprah para ser ella misma inspiró a millones de personas también a proclamar sus propias verdades.
Ella siempre dice: “Tengo la certeza de que ser fieles a nuestra verdad es la herramienta más poderosa que todos tenemos”.
::OUTRO::
Noa De Luca Gomez: Hola me llamo Noa De Luca Gomez, tengo 8 años y vivo en Santiago de Chile. Este episodio fue presentado por Ilia Calderon.
Ilia Calderon es una destacada periodista colombiana radicada en Miami, Estados Unidos. En 2017, Ilia hizo historia al convertirse en la primera mujer afrolatina en conducir un noticiero hispano de un canal de emisión nacional como Univision. ¡Ganó el premio Emmy! también escribió un libro titulado “Mi Turno: Un viaje en busca de mi voz y mis raíces”.
Este episodio fue producido por Adonde Media. Está adaptado del podcast en inglés creado por Rebel Girls, basado en la serie Cuentos De Buenas Noches Para Niñas Rebeldes. El libro fue escrito por Elena Favilli y Francesca Cavallo y publicado en Español por Editorial Planeta.
El equipo de Adonde Media incluye a: Laura Hernández en la producción principal. Mariano Pagella fue el supervisor de producción y realizó el diseño sonoro junto a Giovana Romano Sanchez. Laurent Apfell hizo la Mezcla y el Mastering. Martín Cruz fue el supervisor general de audio y Martina Castro fue la productora ejecutiva.
La versión original en Inglés, fue producida por John Marshall Cheary, Sarah Storm, y Robin Lai. El guión fue escrito por Alexis Stratton y editado por Maithy Vu. El diseño sonoro y la canción principal fueron hechos por Elettra Bargiacchi. Las productoras ejecutivas fueron Elena Favilli y Dan Ilani.
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¡Sigue inspirada y continua rebelde!
Episodio Extra: Conoce a Ilia Calderón
Ilia Calderon es una destacada periodista colombiana radicada en Miami, Estados Unidos. En 2017, Ilia hizo historia al convertirse en la primera mujer afrolatina en conducir un noticiero hispano de un canal de emisión nacional como Univision. Ganó el premio Emmy. También escribió un libro titulado “Mi Turno: Un viaje en busca de mi voz y mis raíces”.
Conoce a Ilia Calderón
Noa De Luca Gómez: Bienvenidos a Cuentos de Buenas Noches Para Niñas Rebeldes. Me llamo Noa De Luca Gómez, tengo 8 años y vivo en Santiago de Chile.
Hoy voy a entrevistar a Ilia Calderón nuestra presentadora del episodio de… ¡Oprah Winfrey!
Ilia Calderon es una destacada periodista colombiana radicada en Miami, Estados Unidos. En 2017, Ilia hizo historia al convertirse en la primera mujer afrolatina en conducir un noticiero hispano de un canal de emisión nacional como Univision. Ganó el premio Emmy. También escribió un libro titulado “Mi Turno: Un viaje en busca de mi voz y mis raíces”.
¡Hola Ilia! Por favor preséntate y cuéntanos algo más de ti.
Ilia Calderón: Hola. Mi nombre es Ilia Calderón. Nací en Colombia, en una región muy pobre llamada El Chocó. Mi mamá era profesora y era un pueblo muy chiquito en Colombia, rodeado de muchísima pobreza. Cuando yo estaba pequeña no había electricidad, entonces yo tenía que hacer mis tareas a la luz de las lámparas de petróleo. Y me acuerdo que el colegio quedaba al otro lado de un río que se llama el río San Juan, y para poder cruzar hacia otro río teníamos que coger unos botecitos todos los días para ir al colegio y el mismo botecito para regresar otra vez a la casa. Me encantaba jugar en la calle, aprendí a nadar en el río. A veces hacía travesuras también… y así nos divertíamos. Yo diría que el río San Juan era nuestro mejor juguete. No teníamos mucho, pero éramos muy, muy felices.
Noa De Luca Gómez: ¿Cómo decidiste que querias ser periodista?
Ilia Calderón: Cuando estaba pequeña también me causaba mucha curiosidad, porque a pesar de que éramos una familia que no teníamos muchos privilegios y no teníamos mucho dinero, también había otras familias que tenían mucho menos de lo que nosotras teníamos. Entonces siempre me inquietó mucho la desigualdad y por qué unos tienen más y otros tienen menos. Y por eso quise estudiar Trabajo Social, porque quería hacer algo, por ayudar a las personas que tienen menos para que se puedan superar y entender un poco las diferencias que hay a veces en nuestras sociedades. Pero mientras estaba estudiando Trabajo Social en la universidad me pidieron hacer un casting. Me pidieron hacer una prueba porque necesitaban, querían tener una presentadora para un noticiero local. Y así me presenté a hacer una prueba y pasé la prueba. Y ese fue mi primer trabajo como periodista. Y luego, cuando empecé en el periodismo, quise encontrar la manera de que mi trabajo como periodista sirviera a nuestros televidentes y así unir también mis dos pasiones: el trabajo social y el periodismo en una sola.
Noa De Luca Gómez: ¿Narraste la historia de Oprah Winfrey, que es lo que más te inspiró?
Ilia Calderón: Me gustó mucho que me identifico en muchas cosas con Oprah. Ella fue la primera mujer presentadora negra en un noticiero local. Y lo mismo me pasó a mí, yo fui la primera presentadora negra en mi país, en Colombia, y luego me convertí en la primera presentadora negra de noticias en los Estados Unidos en la televisión hispana. Me identifico mucho con sus historias de cuando era pequeña, venir de una familia que no tenía mucho, ser una mujer negra a la que le toca luchar por sobresalir y por llevar sus sueños adelante. Así que me encantó… la admiro muchísimo a Oprah. Por eso contaba las historias que tenían que ser escuchadas por todos nosotros, para poder resaltar las historias de quienes están haciendo algo bueno, y de quienes necesitan que sus voces sean escuchadas.
Noa De Luca Gómez: ¿Cómo crees que las niñas podemos contribuir para tener un mundo menos racista?
Ilia Calderón: Yo creo que lo más importante es tener mucho cuidado, sobre todo los niños más pequeños, con el lenguaje que utilizan. Porque el lenguaje, lo que tú dices, puede ofender a alguien más, puede hacerle daño a alguien más y puede propagar sentimientos racistas, sentimientos de discriminación. Los niños no nacen racistas, los niños aprenden a ser racistas en nuestra sociedad. Entonces, este es un llamado a papás y mamás también para que cuiden el lenguaje, para que cuando sus hijos tengan curiosidad sobre las diferencias en los colores de la piel, se pueda hablar abiertamente en la casa, porque es natural, es algo que los niños… la diferencia en los colores es una cosa que todos los niños van a ver. Pero lo más importante es que entiendan que adentro, en los corazones y en las cabecitas no hay ninguna diferencia. Ahí todos somos iguales y nadie vale menos porque su piel sea más oscura. Nadie vale más porque su piel sea más clara. Todo, todo parte del respeto y de entender que el mundo es tan grande en el que cabemos todos, todos, todos tan diferentes y debemos vivir en armonía y respetarnos.
Noa De Luca Gómez: Para todas las niñas que están interesadas en ser periodistas y hablar de temas importantes, ¿Qué consejos les darías?
Ilia Calderón: Que luchen por sus sueños, que lean mucho, pero sobre todo que entiendan que el periodismo es una profesión de entrega. El periodismo no es solamente salir en televisión. El periodismo es una profesión de servicio. Que lo que tú haces y lo que tú dices siempre tenga un sentido en el que se beneficie tu audiencia, en el que se beneficia tu comunidad, en el que se beneficie el país y que se beneficie el mundo. Cuando nosotros soñamos para nosotros solamente nuestros sueños pueden ser muy pequeños. Pero si soñamos por todos nuestros sueños van a ser muy grandes.
Noa De Luca Gómez: Y por último, ¿qué te hace una niña rebelde?
Ilia Calderón: Cuando me dices eso, pienso en mi hija, porque siempre me pregunto por qué, el por qué de las cosas y siempre quisiera hacer algo por cambiarlo. Lo que pasa es que no siempre la sociedad está lista para todos los cambios y a veces hay que ir a un ritmo más lento. Siempre hay que cuestionar e investigar y leer y ser curiosos y tratar de defender desde muy pequeños tus derechos. Con respeto, con educación, con un lenguaje adecuado. Así que la rebeldía con sentido sí tiene un buen sentido y tiene un buen norte… siempre vale la pena.
Noa De Luca Gómez: ¡Muchas gracias Ilia y hasta la próxima!
Noa De Luca Gómez: Este episodio fue producido por Adonde Media, si te gustó corre YA a compartirlo en redes sociales. Y si quieres escuchar más episodios ingresa a adondemedia.com o busca en tu aplicación de podcast favorita.
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Equipo de producción
Conooce a los productores, editores, diseñadores de sonido y más que trabajan con nosotros para dar vida a este podcast.
Martina Castro
Productora ejecutiva
Los Ángeles, EE.UU
Laura Hernández
Productora principal
Brooklyn, EE.UU
Mariano Pagella
Supervisor de producción y realizador del diseño sonoro
Buenos Aires, Argentina
Laurent Apfell
Mezcla y mastering
Santiago, Chile
Martín Cruz
Supervisor general de audio
Santiago, Chile
Giovanna Romano Sanchez
Realizadora del diseño sonoro
Los Ángeles, EE.UU