ADONDE ORIGINALS

Cuentos de Buenas Noches

para Niñas Rebeldes

Naomi Osaka narrado por Karla Souza

Había una vez una niña de Japón con brazos tan fuertes que podía lanzar una pelota de tenis a más de 200 kilómetros por hora. Su nombre es Naomi Osaka. Naomi es una poderosa tenista profesional que ha conquistado este deporte y se ha convertido en una defensora incansable de la salud mental. Alcanzó el puesto número 1 de la Asociación de Tenis Femenino y es la primera jugadora de origen asiático en ocupar el primer puesto en categorías individuales.

Naomi Osaka narrado por Karla Souza

Karla Souza: Había una vez una niña de Japón con unos brazos tan fuertes que podía golpear una pelota de tenis a una velocidad de más de 200 kilómetros por hora. Su nombre es Naomi.

Naomi sale a la cancha de tenis. Tiene 18 años y compite en el Abierto de Australia. Lleva unos audífonos que le cubren los oídos y que silencian el sonido del público, de los periodistas, de los entrenadores y de los otros jugadores. Con los audífonos puestos, todo parece un rugido apagado. 

Naomi siempre fue tímida frente a la gente. No le gustan las multitudes ni sentirse observada. A veces, que tantas personas la vengan a ver jugar le hace sentir vergüenza, preocupación y ansiedad.

Pero por ahora, es momento de ponerse… ¡manos a la obra!. 

Naomi se quita los audífonos y se saca la chaqueta. Hace rebotar la pelota frente a ella un par de veces y luego…  ¡la lanza al aire! Su brazo baja con MUCHA fuerza.

Su primer saque cae fulminante adentro de las líneas blancas y rebota fuera del alcance de la otra jugadora. Ganó su primer punto. Pero Naomi no baja la guardia… le duelen todos los músculos y el sudor le cae por la cara . Vino a ganar… y lo hace. 

Soy Karla Souza y esto es Cuentos de Buenas Noches para Niñas Rebeldes. 

Un podcast sobre las mujeres extraordinarias que nos inspiran. Producido por Adonde Media. 

En este episodio: Naomi Osaka.

::CHAPTER 1::

Karla Souza: Los padres de Naomi, Francois y Tamaki, se conocieron en la década de 1990 cuando Francois, que había nacido en Haití, estudiaba en Japón. 

Se enamoraron y se mudaron juntos a Osaka, una de las ciudades más grandes e importantes en la sociedad japonesa.  

Ahí empezaron una nueva vida y tuvieron a su primera hija, Mari.  Dieciocho meses después, en 1997, nació Naomi. Tenía una combinación exótica: la piel morena y el pelo rizado. 

Naomi y su hermana mayor, Mari, eran mitad haitianas y mitad japonesas. La gente se burlaba de su piel oscura. Las llamaban “haffu”, que significa “mestizo” o “mitad”.

Pero Naomi no sentía que fuera la mitad de algo: Se sentía como una persona completa.

Cuando tenía tres años, Naomi y su familia dejaron Japón y se mudaron a Estados Unidos. Fueron a la ciudad de Long Island, en Nueva York, un lugar mucho más grande que Osaka. Ahí se instalaron en la casa de los padres haitianos de Francois. 

Debe haber sido un choque cultural enorme: ¡toda la comida, los paisajes, los olores y los idiomas que los rodeaban eran nuevos! Pero hubo algo que no cambió: el tenis.

Cada vez que pasaban un partido de tenis en la televisión, Francois, Naomi y Mari se sentaban a verlo. Y tenían dos jugadoras preferidas.

Las dos tenían una hermosa piel oscura. Su cabello también era  rizado y estaba trenzado con perlitas blancas que saltaban con cada movimiento. 

Serena y Venus Williams eran las hermanas tenistas más famosas del mundo. Le ganaban a todos

Se movían con gracia por toda la cancha, corriendo VELOZMENTE con sus piernas poderosas. Gruñían, gritaban y hacían ruidos al golpear con enorme potencia la pelota. La raqueta era como una extensión de sus brazos.

“¿Y si empiezan a tomar clases de tenis?”, les preguntó Francois a sus hijas. “Serena y Venus empezaron a entrenar con su papá más o menos a la edad de ustedes”.

A Mari y Naomi les brillaron los ojos. Se miraron con una emoción. Claro que querían jugar al tenis. Y querían ganar.

::CHAPTER 2::

Karla Souza: Naomi y Mari empezaron a tomar clases de tenis cuando tenían tres y cuatro años. 

Como Mari era un poco mayor, siempre iba un paso adelante de Naomi. Dentro de la cancha, Mari solía ser un poco más rápida y fuerte que su hermana menor.

¡Imagínate! Eran dos niñas pequeñitas, de sólo TRES y CUATRO años, que jugaban con raquetas de tenis enormes y debían golpear las pelotas y pasarlas por encima de una red más alta que ellas.

Unos años más tarde, Francois y Tamaki decidieron educar a sus hijas en casa para que pudieran pasar más tiempo en la cancha de tenis. 

El único problema era que los inviernos en Nueva York eran muy fríos. La nieve y el hielo no las dejaban jugar al aire libre durante varios meses cada año.

Así que la familia empacó sus cosas, ¡y se mudó a Florida! 

En Florida hacía un clima fantástico y estarían más cerca de los mejores entrenadores y de los jugadores de tenis más talentosos. 

En ese entonces, Naomi tenía nueve años, la misma edad que tenía la gran Serena Williams cuando se mudó a Florida para ingresar a una famosa academia de entrenamiento de tenis.

¡Era el paraíso! A Naomi le encantaban las palmeras que se mecían, que hiciera calor todos los días… ¡y ese sol! Y, por encima de todo, Naomi y Mari amaban poder jugar al tenis en cualquier época del año.

Naomi sentía que estaba siguiendo los pasos de Serena, pero, ¿conseguiría replicar el camino de su ídolo hacia el estrellato?

::CHAPTER 3::

Karla Souza: Justo antes de su cumpleaños dieciséis, todo ese entrenamiento comenzó a dar frutos. Naomi se saltó la liga de tenis juvenil y se convirtió en tenista profesional en 2013.

Pero Naomi tenía dos nacionalidades y pertenecía a tres culturas: Japón, Haití y Estados Unidos. ¿Cuál debía elegir? Decidió ondear la bandera japonesa y representar a su país natal.

Algunas personas estaban un poco confundidas. ¿Cómo podía una chica negra ser de Japón? ¿Al menos sabía hablar japonés? Naomi solía recurrir a un intérprete de japonés para que hablara por ella, porque le daba vergüenza equivocarse. Entendía el idioma cuando lo escuchaba o lo leía, pero hablarlo le costaba mucho más.

Aun así, todo tipo de personas la apoyaban: negros, blancos, asiáticos, estadounidenses, haitianos, japoneses… Los periodistas querían descifrar por qué era tan popular.

“Tal vez es porque no pueden definir con precisión de dónde soy”, decía Naomi. “Así que cualquiera puede apoyarme”.

Naomi se hizo tan popular que las empresas querían que apareciera en sus comerciales, en las vallas publicitarias, y que llevara puestos sus productos durante los partidos. Pensaban que ella podía hacerles ganar mucho dinero, y tenían razón. El público quería comprar cualquier cosa que tuviera el sello de aprobación de Naomi.

Pero no toda la atención que recibía era positiva. Una compañía de fideos japoneses hizo que en uno de sus comerciales la piel y el cabello de Naomi se vieran más claros de lo que realmente eran. Un comediante japonés incluso se burló de su tono de piel. 

Naomi y sus fans estaban furiosos. La empresa retiró los anuncios y el comediante se disculpó con Naomi por sus palabras hirientes. Ella se negaba a sentir vergüenza por tener la piel oscura. Y nadie tenía el derecho de usar su imagen sin su permiso. 

Naomi siempre defendió sus creencias.

::CHAPTER 4::

Karla Souza: Para 2018 Naomi llevaba casi cinco años siendo una tenista profesional. 

Ganaba y perdía partidos, pero ese año iba a competir con grandes jugadoras, ¡incluida su ídolo, Serena Williams! 

Cuando Naomi llegó al Abierto de tenis de Estados Unidos en el 2018, sentía el corazón saltando y mariposas en la panza. Se sintió nerviosa al pasar entre los reporteros que gritaban preguntas y por los fanáticos emocionados por el partido. Pero en cuanto tuvo una raqueta en sus manos… las mariposas desaparecieron.

Cada saque que lanzaba a sus rivales pasaba más rápido que un camión en la carretera. Su pelo rizado recogido en una cola de caballo se bamboleaba cuando atravesaba la pista con paso veloz, mientras el sudor le caía por la cara.

Nadie podía detenerla. Día tras día, Naomi se entregaba de lleno al juego. Escaló hasta la cima. Y ahí se encontró cara a cara con la leyenda del tenis y su heroína de la infancia, Serena Williams.

Este no era cualquier partido. Serena Williams estaba a punto de hacer historia: si ganaba, ese sería su título número 24 de un Grand Slam. Eso la Serena golpeó la pelota y Naomi se la devolvió con más fuerza. Pero el juego fue interrumpido una y otra vez por el árbitro. Aseguraba que Serena había roto demasiadas reglas durante el partido. 

La multitud abucheaba cada vez que esto sucedía, pero aplaudía cuando Serena anotaba.

El árbitro la sancionó. Serena aplastó su raqueta contra el suelo y destrozó el marco. Naomi trató de mantener la calma cuando Serena salió de la cancha para discutir con el árbitro. 

Los jugadores varones habían hecho cosas mucho peores que Serena y no habían sido sancionados. Serena luchó para contener las lágrimas. Se secó la cara con una toalla y regresó a la cancha para enfrentarse a Naomi. Y Naomi estaba lista para ella.

La pelota voló de un lado al otro de la pista, pero el punto decisivo fue para Japón. La multitud estalló en aplausos. ¡Naomi había ganado!

Se bajó la visera sobre los ojos y soltó lágrimas de alegría. Serena le dio un fuerte abrazo para felicitarla.

A los veinte años, Naomi había conseguido su primer título de Grand Slam. Jugar contra Serena en la final del Abierto de Estados Unidos había sido su sueño desde siempre. Aunque no había salido exactamente como lo imaginaba, Naomi supo que ahora era capaz de competir contra las mejores jugadoras. 

Estaba en la cima de su carrera.

::CHAPTER 5::

Karla Souza: Naomi pasaba mucho tiempo viajando y se aburría en las habitaciones de los hoteles mientras esperaba que empezaran sus partidos. Hasta las famosas y talentosas estrellas del tenis necesitan descansar de ser el centro de atención. En lugar de rodearse de gente y asistir a fiestas, comenzó a jugar videojuegos como Pokémon y Overwatch. 

Tras ganarle a Serena en 2018, Naomi acumuló tres títulos de Grand Slam. El último lo había conseguido en Australia. Ahora, rumbo a Francia, decidió hacer un anuncio impactante: No hablaría con los periodistas durante su próximo torneo.

Las conferencias de prensa simplemente no la hacían sentir bien. Cada vez que estaba en una, sentía como si un pozo negro se abriera debajo de ella y quisera tragársela entera. Había visto a muchos jugadores derrumbarse, sentirse mal consigo mismos y marcharse llorando.

El presidente de la Federación Francesa de Tenis estaba furioso. Dijo que Naomi estaba “perjudicando al tenis” al adoptar esta postura. Los responsables del torneo intentaron obligarla a hablar. Ella volvió a negarse, así que le impusieron una multa de quince mil dólares. Y la amenazaron con expulsarla de la competencia.

La depresión era algo profundo y oscuro que carcomía la alegría de Naomi. La ansiedad le picaba debajo de la piel y le dificultaba concentrarse en sus partidos.

Estar rodeada de gente la hacía sentir agobiada. Así que decidió que necesitaba tomarse un tiempo para sanar.

Naomi se retiró del torneo y aprovechó su presencia en internet para hablar: “La verdad es que he sufrido largos episodios de depresión desde el Abierto de tenis de Estados Unidos en 2018”.

Que Naomi se retirara del torneo conmocionó a MUCHA gente. Pero sus fans y otros tenistas estaban allí para apoyarla. Incluida Serena Williams. 

“Tienen que dejar que lo maneje como ella quiera…”, dijo Serena. “De la manera que a ella le parezca mejor”.

Naomi decidió tomarse un descanso más largo de su carrera como tenista. En lugar de jugar en Wimbledon, un famoso torneo de tenis en Inglaterra, se concentró en su bienestar mental.

Naomi se cuida tomando tiempo a solas, descansando cuando se siente enferma, evitando hablar en público y discutiendo sus problemas con personas en las que confía.

Pero lo más importante de todo es recordar, como ella misma dice, que “Está bien no estar bien y está bien hablar de ello. Los atletas son seres humanos”. Incluso las personas más exitosas y fuertes del mundo… necesitan ayuda de vez en cuando.

:: OUTRO & CREDITS::

Isabella Frontini: Hola, me llamo Isabella Frontini, tengo 7 años y vivo en Buenos Aires, Argentina. Este episodio fue presentado por Karla Souza.  

Karla nació en México. De niña fue gimnasta profesional y luego se consolidó como actriz,  participando en numerosas películas y series de televisión en Estados Unidos y Latinoamérica. 

Este episodio fue producido por Adonde Media. Está adaptado del podcast en inglés creado por Rebel Girls, basado en la serie Cuentos De Buenas Noches Para Niñas Rebeldes. El libro fue escrito por Elena Favilli y Francesca Cavallo y publicado en Español por Editorial Planeta. 

El equipo de Adonde Media incluye a: Laura Hernández en la producción principal. Mariano Pagella fue el supervisor de producción y realizó el diseño sonoro junto a Giovana Romano Sanchez. Laurent Apfell hizo la Mezcla y el Mastering. Martín Cruz fue el supervisor general de audio y Martina Castro fue la productora ejecutiva.  

La versión original en Inglés, fue producida por Camille Stennis y escrita por Jestine Ware. El diseño sonoro fue de Camille Stennis, Lu Miranda y Craig Billmeir. Joe Rhatigan hizo el fact checking y Katie Sprenger fue la productora ejecutiva. La canción principal es de Elettra Bargiacchi. 

Si te gustó corré YA a compartirlo en redes sociales. Y si querés escuchar más episodios ingresá a adondemedia.com o buscalo en tu aplicación de podcast favorita.  

¡Sigue inspirada y continua rebelde! 

Episodio Extra: Conoce a Karla Souza

Karla nació en México. De niña fue gimnasta profesional y luego se consolidó como actriz, participando en numerosas películas y series de televisión en Estados Unidos y Latinoamérica.

Ninas Rebeldes Podcast: Extra: Conoce a Karla Souza

Conoce a Karla Souza

Isabella Frontini: Bienvenidos a Cuentos de Buenas Noches Para Niñas Rebeldes.  Me llamo Isabella Frontini, tengo 7 años y vivo en Buenos Aires, Argentina. 

Isabella Frontini: Hoy voy a entrevistar a Karla Souza, nuestra presentadora  del episodio de… ¡Naomi Osaka!

Isabella Frontini: Karla nació en México. De niña fue gimnasta profesional y luego se consolidó como actriz, participando en numerosas películas y series de televisión en Estados Unidos y Latinoamérica.

Isabella Frontini: ¡Hola Karla! Por favor presentate y cuéntanos algo más de vos. 

Karla Souza: Hola. Soy Karla Souza. Soy actriz, soy productora, soy mamá, soy hija, vivo en Los Angeles, California. Ahorita estoy haciendo una serie de televisión y tengo una película que está saliendo, de vampiros. Me gusta mucho lo que hago y a la vez también soy deportista, crecí como atleta, así que historias como la de Naomi me, me inspiran mucho. 

Isabella Frontini: ¿Por qué te pareció importante participar en este podcast?

Karla Souza: Me parece muy importante que las mujeres se apoyen mutuamente y que encontremos fuerza en la hermandad para afrentar los retos que que vienen en el camino. Como crecí siendo atleta y ahora siendo figura pública, veo la gran importancia de ponerse primero a sí mismo, su salud mental, emocional, física, ante todo premio, ante todo competencia, ante todo trabajo. Para mí es de suma importancia comunicar ese mensaje y creo que Naomi y su carrera y sus decisiones lo han hecho de una manera impactante para todas las mujeres y las chavitas que están creciendo ahorita y puedan leer y inspirarse en esa historia.

Isabella Frontini: Narraste la historia de Naomi Osaka. Qué es lo que más te inspiró?

Karla Souza: Para mí Naomi, bueno, ante todo tiene una ética de trabajo impecable. Es una mujer que pone todo en la cancha. Admiro muchísimo su carrera y toda la disciplina que ha llevado y para mí fue muy, muy impactante ver este partido cuando jugó con Serena, donde el árbitro estaba, castigando a Serena y que afectó tanto a Naomi. Y creo que nos damos cuenta de lo vulnerables que somos como atletas, como figuras públicas, que realmente ese tipo de cosas, estar en la luz de los periodistas y de todos los jugadores, puede ser algo que se vuelva, muy difícil de enfrentar, y tengo mucha empatía para ella. Yo he tenido momentos en mi carrera donde la prensa me ha escogido para deshacerme, o comentar, o juzgar y hablar de cosas que no entienden. Y para mí es algo que me hace estar y empatizar completamente con Naomi. Y ha sido un proceso para mí muy enriquecedor ver que no estoy sola y que hay gente que también sufre de esta ansiedad al ser, digamos, puestas en esta posición ante los periodistas y los medios. Así que para mí es una persona que también a la vez me ha ayudado en mi crecimiento como mujer. 

Isabella Frontini: Cómo crees que las niñas y niños pueden aprender a sortear las situaciones difíciles de la vida?

Karla Souza: Pues escuchando este tipo de podcast, definitivamente esta historia como Naomi o bueno, hay libros que yo les estoy comprando a mi, a mis hijos, que realmente los ayudan a ver qué está haciendo la otra persona. A mí de niña me gustaba mucho copiar, si yo veía que mi mamá hacía un paso de baile, entonces yo lo podía copiar, ¿no? Y creo que es importante ver, verse a sí mismo en pantalla o en los libros o en los cuentos y ver historias como esta de decir oye, yo siento ansiedad al hacer esto y no lo y no es lo mejor para mi.  

Isabella Frontini: Si tuvieras la oportunidad de ir a cenar con una niña rebelde o modelo de inspiración. A quién invitarías y por qué?

Karla Souza: A mí me inspira muchísimo una mujer que se llama Azul Almazán. Es una mujer clavadista, mexicana, que fue a los Juegos Olímpicos en Sidney. Estaba en la cima de su carrera y sin embargo, ella optó por escogerse a sí misma ante una situación que ella estaba sintiendo de de abuso de sus entrenadores y por lo tanto, ella decidió cuidarse a sí misma y dejar el deporte para sanar y para mí, y ella es un ejemplo perfecto de este tipo de situaciones. Entonces me encantaría eso, que mi hija pudiera platicar con ella y poder crear una hermandad con ella. 

Isabella Frontini: Y por último, ¿qué te hace una niña rebelde?

Karla Souza: Todo el tiempo desde niña mis papás me decían que yo no podía ser actriz y entonces yo dije que sí y me esperé hasta los 18 años. Fueron muchos años los que esperé. Soy muy competitiva, entonces si veo que no, no me está saliendo hacer algo, lo voy a hacer hasta que, hasta que me salga. Y si alguien me dice que que como mujer no podemos hacer esto, no podemos hacer lo otro, es lo que más me, me prende y lo que más me  va a motivar a demostrar que sí, que sí podemos y que este y que el mundo va a ser mejor con nosotras, ahí, al lado de todos. 

Isabella Frontini: Muchas gracias Karla y hasta la próxima!

Isabella Frontini: Este episodio fue producido por Adonde Media, si te gustó corre YA a compartirlo en redes sociales. Y si quieres escuchar más episodios ingresa a adondemedia.com o búscalo en tu aplicación de podcast favorita.  

¡Sigue inspirada y continua rebelde! 

Equipo de producción

Conooce a los productores, editores, diseñadores de sonido y más que trabajan con nosotros para dar vida a este podcast.

martina

Martina Castro

Productora ejecutiva

Los Ángeles, EE.UU

Laura Hernández

Productora principal

Brooklyn, EE.UU

Mariano Pagella

Supervisor de producción y realizador del diseño sonoro

Buenos Aires, Argentina

Laurent Apfell

Mezcla y mastering

Santiago, Chile

Martín Cruz

Supervisor general de audio

Santiago, Chile

Giovanna Romano Sanchez

Realizadora del diseño sonoro

Los Ángeles, EE.UU